Miel y Chocolate (Microrelato)

Dos rostros galantes sonreían desde su puerta, las gotas de lluvia golpeaban contra la ventana del salón. No preguntaron si podían pasar, entraron; uno de ellos tenía el cabello color miel, el otro color chocolate y vestían como si fuesen a una fiesta de etiqueta, muy elegantes. El del pelo color miel rodeó su cintura y probó sus labios, degustando el matiz a vainilla; el muchacho de pelo chocolateado fue retirando las capas de su ropa interior como el que desenvuelve una bandeja de pasteles, con cuidado para no estropear ninguno y se recreó en la textura de bizcocho de su piel.

- No puedo hacerlo… - protestó, percibiendo que la lengua de su amante era viril y rugosa como una cáscara de nuez.

Los dos hombres la cubrieron de besos y caricias; desnuda y temblorosa, con sus pezones de un rojo cereza,sensibles por falta de atenciones masculinas, trató de decirles que no estaba preparada para repetir algo tan intenso. Ellos barrieron sus dudas con pequeños mordiscos a sus erizados senos (comprobando con gusto que tenían un exquisito sabor a cereza) hasta hacerla cambiar de parecer.

Los relámpagos procedentes de la tormenta mostraron la escena completa, dos hombres, de miel y de chocolate, cubriendo a una mujer con sirope, canela y azúcar glass; aderezandola después con un poco de mermelada de frambuesa y pétalos de ciruela, polvo de oro, hebras de trufa y pepitas de higo, antes de devorarla por turnos y arrancarle unos lamentos propios de alguien que está sufriendo mucho, pero que en el fondo, está disfrutando como nunca del postre más exquisito.