Razones para leer: Cincuenta sombras más oscuras

Buenos días. La reseña de hoy es la continuación de la trilogía. El mes pasado hablaba de Cincuenta sombras de Grey, así que ahora me toca hablar de la segunda parte, Cincuenta sombras más oscuras. La reseña está repleta de spoilers, precisamente porque el segundo libro ya tiene spoilers en la propia sinopsis. Si no habéis leído la novela, os aconsejo que leais la reseña del volumen anterior. Si no os importa la novela o ya la habéis leído, entonces, podéis proceder con la lectura.

Cincuenta sombras más oscuras

Intimidada por las peculiares prácticas eróticas y los oscuros secretos del atractivo y atormentado empresario Christian Grey, Anastasia Steele decide romper con él y embarcarse en una nueva carrera profesional en una editorial de Seattle.


Pero el deseo por Christian todavía domina cada uno de sus pensamientos, y cuando finalmente él le propone retomar su aventura, Ana no puede resistirse. Reanudan entonces su tórrida y sensual relación, pero mientras Christian lucha contra sus propios demonios del pasado, Ana debe enfrentarse a la ira y la envidia de las mujeres que la precedieron, y tomar la decisión más importante de su vida.

La historia continúa dónde acabó la novela anterior. Inmediatamente después de que Anastasia decida abandonar a Christian por haberse pasado de la raya, no pasan cuatro días antes de que vuelvan a estar juntos. Ahora que lo medito un poco, mis recuerdos de esta novela son un poco vagos, debido a la constante insistencia de la autora de recordarnos constantemente lo mucho que se aman y sobre todo por los detalles sin importancia que siguen llegando páginas y páginas. Los traumas infantiles del señor Grey son una constante referencia. Ya vimos anteriormente que el protagonista sufría una obsesiva tendencia al control y sus gustos sexuales pasaban por azotar a chicas. Anastasia lo abandonó y esto le ha obligado a recapacitar para darse cuenta de que realmente ella es la mujer de sus sueños y no dudará en pelear por ella.

Esta novela se centra en algunas partes del pasado de Christian. Sabemos, por menciones anteriores, que el señor Grey sufrió abandono materno cuando era un niño y que todo cambió cuando fue adoptado por una buena familia. En su juventud se sintió demasiado fuera de lugar en la familia, ya que no consideraba estar a la altura y adquirió un distanciamiento emocional que lo convirtió en lo que es ahora. Ahora, su pasado más remoto regresa para hacerle la vida imposible en forma de ex-parejas sociópatas.

La trama principal sigue en la misma línea, pero pierde todo el interés erótico que tenía la primera parte. Lo interesante de la novela era saber cómo enfrentaría Anastasia los gustos especiales del señor Grey, pero ahora eso ya queda relegado a un segundo plano, siendo su relación una historia romántica que rezuma azúcar por todos lados (incluye viaje en super yate de lujo para ver una puesta de sol...). Christian deja de lado su faceta más interesante, la de dominante, e incluso sus juguetes, para convertirse en un novio rico y multimillonario que gasta su fortuna en Anastasia, a la que se trinca siempre que puede. Las escenas se vuelven repetitivas, montónotas y el constante recordatorio de lo mucho que se quieren y que no pueden vivir el uno sin el otro empieza a sonar a disco rayado. Él es ahora príncipe azul perfecto, guapo y obscenamente rico; pero lleno de traumas que generan situaciones bastante absurdas, ya que Anastasia es incapaz de entrentar ninguna. 

A esto se le añaden subtramas sin sentido. La de la ex-novia psicópata de Christian. Una de esas sumisas con las que estuvo regresa para matarles invadida por un rencor absoluto hacia Anastasia (totalmente comprensible). Sola, abandonada y perturbada, tiene la capacidad de burlar al equpio de seguridad de cuatro especialistas de un empresario multimillonario y es capaz de colarse (¡y esconderse druante días!) en su super ático equipado con tecnología punta como si de una super agente se tratase. La resolución de este conflicto y la tensión dramática del mismo es una de las escenas más interesantes, cuando Anastasia se toma un té con la chica y después Christian pone su cara de Amo para controlarla. Este efecto cuando Anastasia decide ponerse celosa y acusar a Christian de ser lo que es. A partir de este momento, Christian confiesa su mayor secreto (que no sospechabamos en absoluto, que va) y pasamos entonces a la parte psicológica de la relación entre ambos. El doctor Fynn, psiquiátra de Christian, es uno de los personajes más inútiles que hasta ahora he visto, pues aunque explica perfectamente cuales son los traumas del protagonista y les pone nombre, sus teorías son tan vagas e imprecisas que parecen sacadas de una entrada de la Wikipedia. Además tenemos el acoso del jefe de Anastasia, otra escena muy típica. Me disgusta enormemente esas escenas en las que el novio quiere partirle las piernas al acosador de turno, pero la chica se lo impide poniéndose digna. Me hubiera encantado ver a Christian rompiéndole la nariz al jefe de Anastasia, pero como la muchacha es muy sosa, pues tiene que meterse por en medio para fastidiar la escena.

Ciertamente el desenlace de la novela es muy flojo. La anterior tenía un cierre inesperado, un cliffhanger que dejaba al lector con ansias de leer más. En este caso, la escena final no pasa de ser una formalidad para comenzar con la novela siguiente y aporta un capítulo extra que adelanta cual será la trama de la última parte de la trilogía.

Destaco con cierto disgusto e indignación el personaje infravalorado y maltratado de la señora Robinson. Esta mujer fue descrita en la primera novela como la primera amante de Christian, una mujer dominante que lo ayudó a superar muchas cosas en su adolescencia. Anastasia consideró que esta mujer era una pederasta y que era la culpable de todos los traumas de Christian, lo cual sonaba un poco exagerado y podía dar pie a un buen malentendido. Desgraciadamente, se ha caído en el tópico, demonizando a un personaje que debía haberse convertido en el paradigma de la dominación y la sofisticación, convirtiéndola en una mujer fría, egosita, celosa y rencorosa. 

Una novela exactamente como la primera, llena de escenas que sobran. Si os gustó la primera parte, esta segunda también os gustará. Sigo destacando el trabajo de su autora por usar los recursos narrativos para crear tensión, aunque luego no ofrezca lo que en un principio había prometido.

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Título Cincuenta sombras más oscuras (Trilogía Cincuenta sombras 2)

Autor (es) E.L. James 

Sello GRIJALBO

Fecha publicación 07/2012

Formato, páginas TAPA BLANDA CON SOLAPA, 592

Medidas 150 X 230 mm

Temática Novela romántica y femenina

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