En fin, espero que sea de vuestro agrado. Un beso. Ah, +18, aunque bueno, supongo que ya venis avisados...
Perversión
Las calles estaban cortadas al tráfico y la gente se agolpaba en las aceras
para asistir al colorido desfile. Una mezcla de verdes, rojos y amarillos,
colores salvajes, atravesaban la calle entre dos muros de personas. Visto desde
allá arriba, desde el último piso de un edificio de oficinas cerrado al
público, los colores eran uniformes, como una bandera tricolor: oscuro dónde
estaban los espectadores y verde chillón en el centro, por dónde circulaban los
bailarines ataviados con pomposos trajes emplumados. A pesar de la distancia
con el suelo y los cristales de seguridad que amortiguaban el ruido, podía
escucharse el retumbar de los tambores; del mismo modo el cielo nocturno se
iluminaba con diferentes tonos según los fuegos artificiales que explotaban a
cada momento. Desde el ventanal de la sala de reuniones del piso veinte podía
verse todo aquello a la perfección. Y a ella podían verla desde el edificio de
enfrente si, en lugar de mirar abajo, hacia el desfile, se les ocurría mirar
hacia delante, hacia la ventana dónde se encontraba expuesta.
Tenía los ojos vendados, algo que ya se había convertido en un complemento
más para Odette. Por esa razón no podía saber si de verdad había alguien en el
edificio del otro lado de la calle y, si había alguien, saber si la estaba
mirando a ella en lugar de prestar atención al desfile. Desde luego que si
alguien echaba un vistazo a las ventanas se quedaría, cuanto menos, sorprendido
por ver en una de ellas a una mujer desnuda con las manos atadas en alto
y los pies separados, formando una X perfecta delante del cristal. Si la
persona miraba con más atención, podría ver que al lado de esa mujer desnuda y
atada, había un hombre sentado en una silla de cuero, descalzo, con un vaso en
la mano, mirando hacia abajo y disfrutando del desfile. Seguramente, la fiesta
a pie de calle no sería tan tentadora como contemplar aquel despliegue de
exhibicionismo.
- Hay una mujer mirando hacia aquí - le dijo el hombre a Odette, depositando
el vaso vacío sobre la mesa de cristal que tenía al lado. - Y está pensando que
le gustaría estar en tu lugar. Te mira con envidia. Seguro que quiere volver a
casa y pedirle a su amante que le haga lo que te estoy haciendo a ti. Sí, tiene
un amante, seguramente su marido no le da lo que necesita y por eso tiene un
amante. Aunque, por cómo te mira, diría que su amante tampoco la satisface.
Puede que busque un tercer amante... o busque otros hombres que la llenen de
satisfacción. Estoy seguro de que esa mujer que está mirando fantasea con
unirse a nosotros. ¿Crees que debería decirle que viniera?
Andrei Ivanov hablaba con suavidad, transmitiéndole a Odette unas ardientes
sensaciones que le resbalaban por la piel como caricias. Ella tenía buena
imaginación y la combinación de aquellas fantasías descritas con precisión en
un momento dónde no podía saber si realmente había alguien mirándola creaba un
efecto devastador que se transmitía en oleadas por todo su cuerpo. Por si fuera
poco, no podía contestar a la pregunta de Andrei porque tenía una mordaza en la
boca; tampoco es que quisiera responder a esas insinuaciones, no fuera a ser
que decidiera llevarlas a cabo y de todos modos, él no le retiró la mordaza por
lo que tampoco podía contestar.
- Por tu silencio, diría que prefieres estar a solas conmigo, con una
espectadora que se muere por estar en tu lugar… - murmuró Andrei situándose
detrás de Odette. Se estremeció cuando él le acarició la espalda y le arregló
el tocado de plumas que le había trenzado en el pelo. Era parte de su disfraz
para el “desfile especial”.La indumentaria de Odette estaba perfectamente
estudiada para que ella se mostrase como un exuberante pájaro de colores.
Andrei le había trenzado el pelo y colocada en cada mechón exactamente
veinticinco cuentas de tres colores diferentes: rojo, verde y amarillo; de cada
trenza colgaban manojos de plumas de colores llamativos. El tocado estaba
especialmente trabajado y era un despliegue de fantasía de colores. Quizá esta
parte de su disfraz no llamaba tanto la atención como las pequeñas cadenas
doradas que se cruzaban sobre sus pechos, formando una red que cubría sus senos
turgentes. Debajo de la red, disimuladamente, Andrei había colocado unos
prietos adornos en sus preciosos pezones que enviaban calambrazos a su vientre
con cada tirón de las cadenas cuando se movía. Más abajo, su monte de Venus
tenía el dibujo de dos alas de mariposa de colores y sus muslos tenían
dibujados líneas y espirales con pintura roja y verde. Solo faltaba, para completar
su precioso “vestido” una larga cola de plumas de pavo real que Andrei todavía
no le había colocado.
- ¿Te gustaría darle más envidia? – sugirió él. Odette no lo pensó y sacudió
la cabeza para afirmar. Se vio recompensada con una caricia sobre su vientre y
el descenso de la mano de Andrei hacia las alas de la mariposa. Odette se puso
rígida, levantando los pies para ponerse de puntillas sobre los tacones de charol
rojo al notar las duras caricias en zonas húmedas y sensibles. Andrei era un
hombre exigente, sabía lo que quería cuando lo quería. Y ahora quería torturar
despacio a Odette y a la mujer que les estaba mirando. – Se está mordiendo los
labios y acariciándose los muslos por debajo de la falda. Es una niña mala,
creo que llamaré al señor Záitsev para que le haga una visita, parece muy
ansiosa y necesitada de mano dura.
Odette ya no podía escuchar, se había deshecho como mantequilla y trataba de
respirar a través de la mordaza para no ahogarse con sus propios jadeos. Andrei,
sin dejar de tocarla, hizo lo que había dicho, cogió el teléfono móvil y habló
con el señor Záitsev, trazando delicados círculos sobre la flor de Odette, que
gemía desesperada.
- Planta veintitrés… - indicó y, con parsimonia, colgó para centrarse por
entero en Odette. Diez minutos después, ella le suplicaba clemencia; cuando el
hombre al que había llamado hizo acto de presencia y agarró a la mirona para
apartarla de la ventana, Andrei liberó a su querida Odette, que estaba al borde
del desmayo.
La dejó así, insatisfecha y temblorosa, para dirigirse a la mesa. Ella
forcejeó para soltarse, protestando por un poco de alivio, pero ni siquiera podía
frotarse las piernas, tenía los tobillos atados. La televisión estaba
encendida, la imagen mostraba parte del desfile de abajo, un plano medio de un
hombre ataviado con plumas de colores en una mezcla difícil de soportar para la
vista. Lo apagó y recogió la cola del vestido de Odette.
- Vas a estar preciosa esta noche, mi amor – le susurró al oído.
Odette no pudo soportar que Andrei hundiera el apéndice de la cola entre sus
nalgas y, mientras aquello penetraba poco a poco ese lugar, se convulsionó
furiosamente. Pero Andrei era un hombre impasible y no sé dejó impresionar por
el hermoso orgasmo de Odette; se entretuvo colocando las largas plumas para que
colgaran sueltas por su parte trasera. Ella no había dejado de temblar cuando ató
el ramillete de plumas con unas cintas de cuero rojo a su cintura para levantar
la cola, creando una cascada de colores por sus piernas. Sólo entonces, liberó
sus muñecas y sus tobillos, y la sostuvo entre tus brazos para que recuperase
el equilibrio sobre los altos tacones de aguja. Ella todavía se estremecía.
- Perfecta. Serás la reina del Carnaval.
Me ha encantado, como todo lo que escribes... una preguntilla...¿Me podrías pasar el teléfono del Sr.Ivanov?, jajaja. Lo dicho te ha quedado perfecto , solo una cosilla...la fotooooooo no la has puesto...Besisss
ResponderEliminarMe gustó, pero es verdad que por ahí si no hubiese estado limitado por la imagen, quedaría mucho mas suelto, esta como un poco forzado comparado con otras cosas tuyas.
ResponderEliminarabrazos totales.
Está muy bueno....Pero como no tengo la imagen, no puedo opinar más ^^
ResponderEliminarPaty, hiciste un berrinche tremendo allá arriba y después nos dejás este texto?? Es para matarte!!
ResponderEliminarEstá excelente, niña, a mí me ha encantado!!
Espero que pronto puedas salir adelante del bloqueo, desgano, porque sé que es duro pasar por eso. Aprovecha a leer, quizás ahí encuentres un buen incentivo para las musas.
Besos!!
Charo, gracias por tus palabras. Ojala supiera el teléfono del señor Ivanov... le pediría unas cuantas cosas, jajaja. La imagen está puesta como enlace ;)
ResponderEliminarHola Guantes de Lana (que nombre tan curioso ^^); no solo iba limitada por una imagen que no me gustaba, tampoco podía exceder las dos páginas. Ains... no me gusta mucho el texto, pero casi fue obligación para escribir lo que fuera :(
Emma, cariño, la imagen está puesta como enlace en mi queja previa al texto.
Hola Maga, sí, hice un berrinche, de verdad que la foto no me gustaba nada. Y el resultado, no es de lo mejor que he hecho, es un poco cuadriculado para mi gusto (dos páginas apuradas... hubiera escrito cosas muuuucho más perversas xDD) Gracias por los ánimos, de verdad que espero salir pronto y lanzarme cuesta abajo escribiendo.
Besitos! :*
Al final no has puesto la foto siquiera jajajaja, pobre. Pero mira, al final te quedó un relato muy curioso, a mi me ha gustado mucho el enfoque.
ResponderEliminarBesitos, pajarita.
Guauu, exigente el Sr. Ivanov!!
ResponderEliminarMuy bueno!!
Saludos
Ta bien, me ha gustado, pero leerlo a las siete de la mañana, jo, como que así va a ir el día. Ja, ja, es broma.
ResponderEliminarUn beso.
Hola guapa gracias por seguirme jeje te he dejado un premio en mi blog pasate! bs
ResponderEliminar¡Anda qué! Y decías que no te inspiraba nada, pues ya quisiera yo tener tu falta de inspiración.
ResponderEliminarMe ha gustado y para no variar lo que escribías se me materializaba en la cabeza cada detalle más pequeño.
¡Ha sido muy interesante leerlo!
¡Un besazo!
Que sepas que si te tuviese a mano te hubiera soltado una colleja al terminar de leer
ResponderEliminar"Es que no estoy inspirada... es que es poco espacio... es que no me gusta nada el texto... es que está forzado..." ¬¬ En lugar de "rebelde sin causa" te voy a llamar "llorica sin causa", por andar protestando sobre la calidad de tu texto caundo lo cierto es que está sobresaliente. No sabes tú lo que es una sequía de verdad, guapa.
En fin, por si no te ha quedado claro ME GUSTA TU RELATO. Que sí, que la foto no es especialmente sugerente/sugestiva, te doy la razón, pero vamos... ¿has visto MI imagen?
Solo una cosa: todos tus "donde" están acentuados sin que sean interrogativos, así que el efecto es un tanto ¿dónde? ¿dónde? ¿dónde? ¿Dónde el qúe? ¿¿¿¿¿Que le va a meter eso DÓNDE????? xDDD
Interesante relato Paty, me ha gustado mucho. Me hubiera gustado ver la imagen pero sino está, es lo de menos entonces. Yo te felicito y a mí me costó mi imagen también porque yo no sé cómo enfocarme en cosas lindas. Así que no me salió algo muy digno porque no me inspirada XD
ResponderEliminarSaludos~
Saludos!, quiero felicitarte por tu buen trabajo, ha sio un relato con un género que ahsta ahora no me había topado en el grupo, jeje he descubierto que hay mucha variedad por aquí. Y bueno me entretuvo mucho, me gusto y me llevo de la mano de principio a fin.
ResponderEliminarEspero pdoer leer pronto más de ti.
Un saludo :)
¡Hola Paty! Es un relato muy original, tanto como el disfraz de Odette, yo creo que para ser un relato creado sin mucha inspiración, te ha quedado genial, me parece que has vuelto al redil sin siquiera darte cuenta ;)
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