Buenos días. La entrada de hoy es cortita, vengo a proporcionaros unos cuantos enlaces interesantes, como es el trabajo realizado por algunas de las participantes en el Juego de Primavera. Ya sé que todavía falta mucho, pero ya tenemos varios textos, así que no está de más que los anuncie para que podáis leerlos. Me consta que hay participantes que están escribiéndolos, tomándose su tiempo; y siempre leo que es la primera vez que van a escribir erótica. ¡Yo que daba por hecho algo así! Jajaja. ¿Y mi relato para el Juego de Primavera? Bueno, ahí está, en mi cabeza, gratinándose, porque está haciendo un calor de morirse.
El primer texto pertenece a Nisha Scail (pseudónimo de Kelly Dreams), que tituló:
Atrévete a probar el deseo
... Jaiden la vio subir al metro, el pequeño mohín de aquellos llenos labios femeninos al ver que el vagón estaba completamente lleno era una de las cosas más sexy que encontraba en aquella mujer, y no es que el resto del paquete fuera menos bueno o intenso.
Ámber Take era su vecina, él se había mudado el mes anterior al edificio en el que residía ella, su intención había sido quedarse únicamente una semana, pero entonces le había visto pelearse con el neandertal del quinto, un hombre que la doblaba en tamaño y al que había manejado con una serena y fría voz. De aspecto frágil, delicado y una deliciosa timidez, aquel inesperado acceso de carácter lo había sorprendido y lo había dejado completamente embobado con el lujurioso cuerpo femenino. Todavía podía recordar como la camiseta que abrazaba sus pechos los habían alzado cuando ella se irguió, la suave piel de su cuello había estado libre de la espesa melena, la cual llevaba recogida, reclamando silenciosamente los besos y mordiscos que él hubiese querido darle. Y sus piernas, oh, señor, aquella mujer poseía unas piernas largas, torneadas y absolutamente femeninas. No era un palo de escoba, algo que realmente le gustaba, deseaba que sus mujeres tuviesen algo de carne sobre los huesos y aquel pequeño incognito de su vecina iba a convertirse en su mujer...
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El siguiente relato es el que Patricia O. (que todavía no sube a su blog, jaja) tituló:
Lo que acostumbras... o no
... Aparentando indiferencia comenzó a avanzar entre la gente hasta encontrar un hueco justamente junto a él. Hubiera preferido continuar buscando pero sabía que sería en vano, además quedaría muy en evidencia si rehusaba quedarse a su lado. Estaba tan próxima a él que podía sentir el olor de su colonia. No sabía donde posar su mirada, así que no le quedó más remedio que entornar los ojos y concentrarse en su camisa azul marino entreabierta, por donde asomaban algunos vellos y podía ver su piel algo bronceada. Instintivamente levanto los ojos -solo para comprobar que él también tenía su vista sobre ella- Amber se sonrojó y se mordió el labio inferior. Se sentía una tonta, luego de pasar cada día deseando que llegue la hora para poder verlo.
Alan sonrió ante ese sonrojo, le gustó ver sus labios rojos humedecidos cuando se sintió descubierta; ya se había acostumbrado a esas reacciones propias de chica tímida desde que la vio por primera vez. Era bonita, le gustaba su piel blanca y ese lunar que tenía en la barbilla. Se detuvo en el discreto escote que se dejaba ver bajo la gabardina gris que llevaba entreabierta, al juzgar por su atuendo podría jurar que era secretaria ó algo por el estilo...
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En tercer lugar, tenemos el texto de Nikta, desde su blog El Rincón de la Luna, bajo el título:
La línea número 3
... El pulso le atronaba aún y tuvo que obligarse a respirar, hacía un mes que lo veía entre la gente y todas las veces le sucedía lo mismo. Lo malo es que nunca terminaba de decidirse a decirle nada, trató de morir aplastada entre la gente y se hizo hueco entre esta sin darse cuenta qué el movimiento la había desplazado y estuvo apunto de darse contra la barra vertical. Alargó la mano para asirse cuando un nuevo traqueteo la zarandeó. <...> pensó para sus adentros justo en el instante en que una mano se pegaba sobre la suya acercándosela a la barra donde se aferró deteniendo su caída.
Lo primero que sintió su espalda fue un torso fuerte y ancho, de marcados músculos potentes; tras eso su olor a te especiado. Estaba encaja entre su cuerpo y la barra, y tragó temiendo volver la cabeza.
- ¿Estas bien?
Aquella voz oscura y algo ronca lanzaron una vez más su pulso a la carrera. Su piel se erizo y sus caderas cimbrearon al notar, ante otra sacudida, aquel cuerpo masculino encarcelándola aún más. Alzó los ojos hacía el ventanuco y entre la marea de cuerpos descubrió su imagen en la superficie llena de vaho. Las mejillas rojas, los mechones sueltos sobre el rostro y los pezones endurecidos bajo la camisa blanca...
Y todo por que era él el que estaba pegado a ella aprisionando su mano contra la fría barra...
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Y por último, el relato que Charo Arqued ha presentado para este juego:
Los besos no se compran
... Una chica de lo más normal que no llamaba la atención de los borregos que la rodeaban, en especial de uno, y él daba gracias por ello. Con la camisa blanca formal y pantalones negros de camal ancho no se apreciaban las curvas que escondían esas insulsas ropas, bajo ellas un cuerpo hecho para el sexo pedía a gritos ser liberado. Él sabía toda la pasión que encerraba, había sido testigo de ello, como sabía de su negativa a ceder al deseo; ese mismo deseo que sus ojos reflejaron cuando sus miradas se encontraron antes de que ella bajase la cabeza y volviese a levantar los muros que la acorazaban. También había saboreado las mieles de su pasión, sabor que no podía olvidar y que provocaba que el recuerdo de sus encuentros lo convirtiera en un Neandertal, tentándolo a acortar la distancia que les separaba y empujarla contra las puertas para que esta vez fuera su polla lo que tuviese dentro y no sus dedos. La situación se le había ido de las manos. Llevaba un mes que le era imposible trabajar. No era capaz de sacarla de sus pensamientos. Su preciosa sonrisa, sus tímidas caricias, sus jadeos y gemidos, todo estaba grabado a fuego en su mente. Esa parte de ella que no sabía lo endemoniadamente sexy que era cuando su ingenuidad la hacía sonrojarse, o cuando mordía su labio inferior para evitar preguntar algo, que según ella, era vergonzoso en boca de una mujer y se moría por experimentar, hacia que la deseara tanto que rozaba la obsesión y lo peor de todo era que no solo se había colado en su mente, sino también en su corazón, se moría por besarla, por probar su boca de labios carnosos que lo traían de cabeza desde el primer día....
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Actualizado: Este texto pertenece a Susana Barreiro, y lo ha titulado:
Sin pretensiones
... No pudo evitar sentirse inquieta por las sensaciones que ese hombre le suscitaba, desde el más crudo deseo hasta la confusión, no sabía el motivo, pero sentía que él estaba allí cada noche esperándola. Decidida a ignorar su presencia se sentó en el único asiento vacío y se dispuso a adelantar un poco la lectura de esta noche. Quizá así tendría tiempo a darse un relajante baño de espuma, en vez de la ducha que siempre le esperaba. Las líneas de la escritora la tenían totalmente atrapada, intentó imaginarse a ella misma como protagonista de tan ardiente historia, pero fracasó estrepitosamente. Ella no era ardiente, no era sensual y desde luego no era una belleza.
Miró el reloj del vagón y se dio cuenta de que estaba apunto de llegar a su destino, sus ojos se cruzaron con el extraño y no pudo escapar de su lujuriosa mirada. Ahora tenía claro que no solo la observaba, sino que también la deseaba y eso la perturbaba enormemente. Al aproximarse a su parada se irguió y se aferró lo mejor que pudo a la barra, pero por sus manos resbalaron justo cuando el metro realizó su parada y se hubiese caído de no ser por las cálidas manos que ahora la mantenían en posición vertical. Se dio la vuelta con una mezcla de expectación y vergüenza, sabía que esas manos solo podían pertenecer a una persona...
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También he recibido la aportación de Maga de Lioncourt ^_^
Con los cinco sentidos
... Como cada noche, su cabello suavemente ondulado brillaba bajo las luces del tren. Ámber estaba segura de que a la luz natural debía de tener un color precioso, muy claro, casi rubio. Y tenía la convicción de que pasar los dedos a través de él sería una delicia. Su piel también era bastante clara, quizás no tan blanca como la de ella. Por su apariencia saludable y en forma, era evidente que se ejercitaba en algún gimnasio y pasaba poco tiempo al aire libre.
Esa noche llevaba una bufanda anudada al cuello, y un abrigo oscuro. Sus dedos delgados se movían ágilmente sobre el teclado de su teléfono celular y Ámber se regaló la vista observándolo. Llevaban casi dos semanas encontrándose en esa línea. Ámber se había fijado en él desde el principio, y podía asegurar que él había hecho lo mismo con ella. De todos modos, nunca habían hablado. Ella lo observaba siempre que tenía ocasión, y en varias oportunidades lo había sorprendido mirándola a su vez. Y, aunque le parecía un poco infantil, de momento se sentía a gusto con la situación y sabía que no haría nada para cambiarla aún...
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Este de aquí es de la compañera Brianna Wild.
Nos vemos en tus sueños
... Arriesgó de nuevo una mirada, sintiendo el calor que había trepado por su cuello hasta su rostro.
Sergio Asselbörn. El chico malo de su instituto. Ese por el que todas sus compañeras se aseguraban de llevar la falda del uniforme escolar varios centímetros por encima de lo que mandaba la dirección del centro. Ámber había sido una de ellas también, por supuesto. Aunque nunca se atrevió a hablar con él.
Ahora ya no estaban en el instituto. Ella estudiaba en la universidad y se había sorprendido de encontrarlo en ese vagón de metro cuando pensaba que no volvería a verlo. Luego comprendió que ambos utilizaban la misma línea de metro de forma rutinaria y que coincidirían muchas... muchas veces...
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Bien, pues hasta quí todo por el momento. Recuerdo que todo aquel que quiera participar puede hacerlo hasta el 24 de Junio, momento en que ya se dará por terminado el juego, recopilaré las historias y las pondré en un documento al alcance de todo el que quiera leerlo (a riesgo de que suceda como el Juego de Invierno y se me rompa el ordenador xD). Os recuerdo de qué iba la cosa:
Y... bueno, iba a daros un adelante de la serie que estoy escribiendo, pero creo que no voy a hacerlo, ya la leereis la semana que viene :P Un beso y pasad buen fin de semana ^^
Alguno de los relatos ya los he leído, pero me queda alguno que todavía no he catado... Gracias por compilarlos en la entrada, Paty, me pasaré por sus respectivos blogs.
ResponderEliminarUn beso
Yo tambien ando cocinándolo...ainnsssssssss que poca imaginación tengo por dio...pero no me quejaré que luego no quedan mal, jajajaja.
ResponderEliminarUn besazo Paty. Y a leer...
Yo espero tener el mío prontito ^^
ResponderEliminarEl fin de semana sacaré tiempo para hacer el mío y leer los que me faltan ^^
ResponderEliminar¡Cuánta participación!, ¡que bien!, jejeje
ResponderEliminarRespecto al concurso k acabo de anunciar en el club sobre relatos eróticos... K bien k participes!, no?. Seguro que quedarás en buen lugar, jejeej.
Yo también estoy participando, aunque dudo que consiga algo... Aún así, no pierdo nada al intentarlo, no crees?. Y sabes qué?, lo estoy haciendo con mi relato de "Oscura Rendición", jejeje, aunque no tiene mucho de erótico, creo que valdrá... Ah!, al final no lo presenté al concurso k t comenté, por eso pruebo a ver akí... bueno, esperemos k ambas tengamos suerte! (yo sí k la necesitaré, tú no joía!, jajaja).
Por cierto bella, ¿hiciste eso k te pedí?, los marcapábinas?, ya me dices vale?. Pero no me olvideeeesss!
Muak!
Paty, genial que los recopiles todos aquí juntitos. En cuanto los vi, me puse las pilas, porque tenía muchas ganas de leerlos y no quería hacerlo antes de escribir el mío (si no, me veo fantaseando sobre ellos sin ser capaz de hacer algo mío, jejeje).
ResponderEliminarAhora sí, ya he leído algunos y pienso leer el resto.
Un besote!!