Buenos días, hoy la segunda parte de Noventa días, una estupenda historia publicada por Esencia que me dejó muy buenas sensaciones: Todos los días, de M.C. Andrews
Todos los días
A pesar de que Daniel y Amelia disfrutaron de los noventa días más intensos y sensuales que ninguno de los dos pudiera recordar, ella lo abandonó porque no se sentía capaz de darle lo que él tanto ansiaba. Sin embargo, la separación sólo ha servido para que ambos comprendan que se necesitan mucho más de lo que creen, por lo que deciden darse una nueva oportunidad. Pero un terrible accidente deja a Daniel en estado de coma e impide el reencuentro.
Cuando se despierta, el joven quiere averiguar quién ha intentado acabar con su vida, y pretende hacerlo sin la ayuda de nadie. Por su parte, Amelia está dispuesta a recuperarlo, y si para convencerlo de que le pertenece tiene que dominarlo, atraparlo en su propio deseo y excitarlo hasta hacerle perder la razón, lo hará cueste lo que cueste. Sólo cuando consigan derribar todas las barreras que Daniel ha levantado para separarlos, aprenderán lo que significa amarse.
No queda más que decir de esta novela de lo que ya dije en su momento con la primera parte, salvo el inesperado cambio de rumbo que toma la historia una vez Daniel ha despertado. La novela sigue la estela de la primera, Amelia se siente inquieta y preocupada por el accidente de Daniel. Cuando él despierta del coma, parece que las cosas serán como antes de que se pelearan, pero nada más lejos de la realidad, pues Daniel quiere a toda costa que Amelia se separe de él. Sin embargo, ella no está dispuesta a alejarse otra vez de su lado y será su perseverancia la que logre mantener a flote la intensa relación que establecieron en la primera parte.
La petición de Daniel sigue en pie, pero no va a repetirla. En su momento, necesitó algo de Amelia y ella no pudo dárselo, por miedo e inseguridad. Sin embargo, tras este accidente, Amelia decide cambiar y decide pelear por ese amor que siente por él. Y lo hará a toda costa, superando sus miedos y sus inseguridades, dándole a Daniel lo que él necesita, que es al fin y al cabo, lo que los dos necesitan. Y de nuevo, los sentimientos y las sensaciones son los que afloran en los momentos más tensos. Todo está cargado de simbolismos y referencias, cada palabra y cada gesto tiene un significado intenso. Y será cada gesto y cada palabra lo que consiga restablecer la relación que se rompió al final de la primera parte.
Por otro lado, se abren nuevos hilos argumentales. El accidente que sufrió nuestro protagonista no fue tal cosa, sino un claro intento de asesinato. Y es que el pasado de Daniel regresa en el momento más inoportuno para entrometerse en todos los aspectos de su vida. Un peligroso criminal se ha aliado con la persona que más odia a Daniel, su mayor enemigo, que resulta ser su propio tío, el hombre que maltrató psicológicamente a Daniel y que, con toda probabilidad, provocó la muerte de su hermana. Está dispuesto a hundir a Daniel, no solo asesinándole sino robándole todo aquello que quiere y arrebatándole todo lo que ha construido. Amelia sabe, entonces, que no solo tiene que salvar a Daniel de si mismo y de los demonios que lo atormentan, sino también protegerlo de su pasado.
La historia sigue la misma tónica que la anterior, está narrado en primera persona desde el punto de vista único de Amelia. Será ella quién nos relate todo lo que sucede, todo lo que siente, todo lo que le preocupa. Esta historia me gustó precisamente por la naturalidad de Amelia, sus pensamientos, sus reacciones exageradas aunque normales, sin caer en el histrionismo como suelo ver mucho ultimamente con las novelas de este tipo. Amelia es, por tanto, una persona tan normal que ofrece una empatía que nos permite ponernos en su piel y entenderla, para así poder entender lo que sucede en la historia de forma correcta y sin trabas.
Su único inconveniente, a estas alturas, es que se hizo muy corto. Pero estirar la historia hubiese sido un error, pues está en su brevedad y sencillez, el potencial de esta novela cuya esencia puede disfrutarse en todas sus páginas. Una historia corta, breve, sensual y muy romántica. No me gustó tanto como la primera, pero se debe al cambio en los papeles de los protagonistas y esto tiene que ver con preferencias personales y no con la novela. Así que, en definitiva, es una obra maestra del género, una pequeña joya que vale la pena leer y releer, porque de todo se aprende.
Un saludo y hasta la próxima. Ah, en la página de la novela podéis encontrar una lista de música, a modo de BSO :)
Fecha de publicación: 30/04/2013
288 páginas
Idioma: Español
Formato: 14,5 x 21,5 cm.
Presentación: Rústica sin solapas
Colección: ERÓTICA ESENCIA
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