El collar del barco hundido - [Adictos a la escritura]

Buenos días. El relato que os traigo hoy pertenece al mes temático de Adictos a la escritura dónde el trabajo consistía en hacer un homenaje al hundimiento del Titanic. No sé cómo quedará esta cosa que he hecho, porque la idea inicial me parecío muy interesante, así que ya me diréis que os parece. Un saludo ;)

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Los Antiguos fueron, los Antiguos son y los Antiguos serán. Desde las oscuras estrellas Ellos vinieran antes de que naciera el Hombre, sin ser vistos y odiosos, Ellos descendieron a la primitiva Tierra. Bajo los océanos Ellos se reprodujeron mientras las edades pasaban, hasta que los mares abandonaron la tierra, después de lo cual Ellos salieron como enjambre en todas Sus multitudes y la oscuridad reinó en la Tierra. En los helados Polos Ellos levantaron poderosas ciudades, y en los lugares elevados los templos de Aquellos a quienes la naturaleza no pertenece y los Dioses han maldecido.

Y la simiente de los Antiguos cubrió la Tierra, y Sus hijos perduraron a través de las edades.
Necronomicon

La prueba nº 39 era una joya extraña. Tenía forma ovalada, del tamaño de una ciruela, con un diamante incrustado en el centro. Exactamente cien hebras de plata emergían de la corona sobre el que iba engarzado el diamante, como un brillante sol de infinitos rayos. Todo el conjunto era de un negro insondable y, dependiendo del ángulo en el cual incidiera una fuente de luz, emanaba destellos oscuros. Uno no podía quedarse mirando fijamente la prueba nº 39 porque, tras unos segundos, se tenía la sensación de que un remolino se formaba en su interior y luego se sentían escalofríos, voces y palabras extrañas en un idioma más antiguo que el mundo, zumbidos persistentes en el oído y el rumor del oleaje en las entrañas; incluso era posible imaginar palacios sumergidos bajo el mar si se cerraban los ojos justo después de haberlo mirado detenidamente.

Eso era lo que el inspector de policía Oswald Abbey llevaba experimentando dos noches seguidas desde que encontrase la prueba nº39 en la escena del crimen. El eminente doctor Hoffman, miembro honorífico de la Universidad de Miskatonic, había asesinado a su ayudante, la hermosa Isabella Pickles, de una forma tan horrorífica que ni siquiera podía mirar las fotografías del escenario. Eran en blanco y negro, pero el detective Abbey podía ver las rojas salpicaduras resaltando sobre el pálido cadáver de la joven estudiante; y cuando miraba la joya no podía sino sentir un angustioso escalofrío al recordar en qué lugar del cuerpo de Isabella había encontrado la prueba nº 39.

Hacía diez años de la tragedia del Titanic. El doctor Hoffman había sido uno de los supervivientes y en su regreso a Arkam había mostrado una entereza digna de mención. Muchos periodistas querían saber cual había sido su experiencia, los jugosos detalles del hundimiento, qué había ocurrido para que un barco de aquellas dimensiones, indestructible, hubiese sido tragado por el océano dejando centenares de muertos atrás. Pero el doctor Hoffman nunca declaró nada al respecto y la gente dejó de hacer de preguntas y todo volvió a la normalidad. Hasta hoy. El detective Abbey no daba crédito a lo sucedido y la declaración de Hoffman sobre las razones por las que había matado a Isabella solo demostraban que había incubado algún tipo de demencia en los diez años tras la tragedia.

Volvió a mirar la prueba nº 39 metida en una bolsa de plástico y apartó la vista cuando en sus oídos comenzó a zumbar aquel gorjeo que ya le resultaba casi familiar y en su mente se formaban imágenes de palacios sumergidos. Revolvió los papeles de su despacho, encendió un nuevo cigarrillo y cogió la declaración de Hoffman, que había estado evitando leer durante todo este tiempo por temor a lo que pudiera haber en ella. El muy cabrón había hablado con mansedumbre, sin un atisbo de locura en sus ojos, como si fuera una persona completamente diferente a la que había desgarrado el cuerpo de la dulce Isabella. Los médicos habían decretado que padecía algún tipo de doble personalidad, pero Abbey no creía tal cosa.

"... y chocamos contra algo. Yo sabía lo que era, lo sabía porque uno de sus retoños me lo había revelado, me había mostrado el lugar exacto dónde estaba su morada, dónde se encontraba su ciudad sumergida... [...] ... No fue ningún iceberg, fue la torre de su reino que sobresalía del agua. Hice lo que su progenie me indicó que hiciera y me entregaron la Semilla del Oceáno... [...] ..." 

En este punto, el detective Abbey tuvo que llenarse hasta arriba un vaso de whisky; era una botella de contrabando que había escondido en el cajón de su mesa para ocasiones como aquella.

"... Realicé el sacrificio tal y como me indicaron. Tuve celos de ella. Él la había elegido para ser su amante, pero después comprendí que yo también era importante, porque juntos, esa mujer y yo, seríamos los creadores del nuevo universo. Ella llevaría la Semilla del Oceáno en su vientre y yo sólo tenía que engendrar vida. Yo también soy importante... [...] ... Pinté con su sangre las paredes del camarote, tal y como sus retoños me susurraron mientras dormía. Sólo podían comunicarse conmigo durante el sueño. Pronuncié las palabras escritas en el libro y entonces, ocurrió lo que tenía que ocurrir. Del cuerpo de la Madre surgió el Dios del Oceáno y... bueno, ya conocen el resto. El barco no pudo soportar el peso del Dios y se hundió. La verdad es que podrían haber sido más previsores al respecto. Habían dicho que era insumergible, pero quedó demostrado que no... [...] ... Fracasé aquella vez, lo reconozco. Pero esta vez he tenido éxito. Isabella es una buena Madre para el Dios, es hermosa, dulce, inteligente. Podrá criar a sus hijos  y cuando Él llegue, cuando las estrellas sean propicias... Entonces adoraremos al Dios que Duerme Bajo el Océano..."

Abbey guardó la botella, ya vacia, y respiró hondo varias veces. Patrañas. Estaba tan enfadado que no sabía con quién pagarlo y cogió la prueba nº 39 para estamparla contra la pared de su despacho. Estaba tan rabioso, se sentía tan furioso, que sentía la necesidad de estrangular al doctor Hoffman con sus propias manos. Pero el asesino estaba encerrado en el manicomio, bien atado y drogado; eso no servía para compensar la pérdida de la señorita Isabella Pickles. Frustrado, recogió la prueba nº 39.

La miró fijamente, esperando encontrar en ella la pista, un indicio de las razones por las que que el eminente doctor Hoffman había perdido la razón de aquella manera. El rumor del agua llegó a sus oídos, pero en esta ocasión decidió que seguiría mirando la joya en lugar de apartar la vista como siempre hacía. La imagen de una fortaleza bajo el mar se hizo más nítida en su mente y algo se removió bajo las profundidades marinas, algo inmenso y antiguo. El océano se agitó y, lentamente, un barco, un barco de cuatro chimeneas, de enormes dimensiones, descendió perezosamente hasta posarse sobre las rocas. Sobre el barco había una criatura sin forma que tenía un millón de tentáculos y, como si se tratase de un trozo de tela, rasgó el buque en dos mitades y se liberó de su prisión, adentrándose en la fortaleza submarina con un sentimiento de nostalgia.


***


(sí, es una ida de pinza en toda regla...)

16 intimidades:

  1. Oye pues mola, a mi me gusta jajaja da para que sea continuada. Enhorabuena, te quedo genial y lo digo enserio. Atrapa ;) besos

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  2. Me gustan las idas de pinza, como tú dices, está genial

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  3. Está estupendo, un perfecto homenaje al señor Howard :-D

    Me gustó mucho y está muy bien narrado, pero aparte de mencionarte que en la introducción dices "sin ser vistos y odiosos" y en el primer fragmento de lo que cuenta el doctor Hoffman te quedó "el la Semilla del Océano", me queda la duda de si la cita o introducción son de tu autoría o pertenecen a otro autor.

    Besos!!

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  4. Eres brillante escribiendo! Si se te va la pinza siempre así de bien no dejes que vuelva ehh
    Por cierto, perdón por mi ausencia, vuelvo a comentar jeje
    Un beso enorme ;)

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  5. Jesús, María y José...¡Qué siniestro, mire usted! Lovecraft estaría orgulloso xDD
    El relato es interesante y está bien narrado, solo recomendaría un repasín porque creo que al borrar y reescribir te han quedado descoordinados un par de artículos, como cuando describes la joya o, más adelante, el testimonio del asesino poseído dice que le entregaron " el la joya del mar". Por lo demás, como ya he dicho, está muy bien escrito, al menos para mi gusto.

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  6. Tienes razón, Maga, debí haber puesto que se trataba de un extracto del Necronomicón. No es mío, pero me pareció apropiado añadirlo. Ya está corregido ;)

    Zenariana, no he repasado el texto y ahora sí está corregido. Siempre voy con prisas y aunque haya releido el texto varias veces, se me pasan por alto detalles importantes. Gracias por decirlo ;)

    Hola de nuevo, nissa. Pasa a leer con calma :P

    Gracias Nikta, me alegra que te haya gustado. Parece que anoche me vino la inspiración por fin después de nuestra charla, jajaja.

    Deborah, también me alegra que te haya gustado ^_^

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  7. Guauu, quién dice que el Dios creado por Lovecraft no haya tenido algo que ver en esto??? En definitiva: nadie sabe cuando comenzará el nuevo llamado del Cthulhu...quién dice que ese día las estrellas no estuvieran alineadas??jeje
    Te quedó genial, el maestro estaría orgulloso!!

    Saludos!!

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  8. Muy buen texto!! :D me gusto mucho ^^ Acabo de entrar a tu blog y me gusto mucho, te sigo, espero que te pases por mi blog ^^

    Saludos, Anya :D

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  9. ¡Paty, qué belleza oscura de relato, me encantó demasiado! *0*

    Está genial, redactado de una forma que sólo tú sabes hacer y sin duda una manera muy brillante para esta tragedia.

    Lovecraft y tú se llevarín genial xD

    Besitos -3-

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  10. Como todos tus relatos, me ha encantado. Es una idea magnifica y muy interesante.
    Me encanto!

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  11. muy bien narrado. Por un momento pensé que la joya se tragaba al poli y servía de merienda al bicho ese...

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  12. ¡Paty! Qué placer leerte...Como siempre...me ha parecido maravilloso...¡Qué derroche de creatividad la que se ha dado este mes!

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  13. Pues te ha quedado chulísimo, aunque sea una paranoia, está estupendo. Me ha encantado el aire oscuro, como ya han comentado, y ese inspector que quiere resolver el misterio. Besikoss

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  14. Genial! Nunca volveré a ver el Titanic igual jaja! Continuará???? ;-)

    Besitos!

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  15. Paty C: Bastante original tu escrito. La inclusión de un asesinato en la tragedia del Titanic, aunque ya leí ese mismo tema en otro de los cuentos, este resulta bastante atrapante.
    Me queda una duda, ¿quienes son los retoños?
    Y una súplica, cuanto te refieras a ese tipo de dioses, te pediría lo escribieras con minúscula, pues solo hay un Dios.
    Cariñosamente: Doña Ku

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  16. Vaya, agradezco que digáis que Lovecraft estaría orgulloso, pero no es para tanto xD Además, es la primera vez que escribo un cuento así... y no he leído todavía nada de los Mitos, aunque conozco toda la imagineria.

    Nina: no sé si continuará, si a mis neuronas se les ocurre algo, quizá continúe pero no te tomes cariño al inspector, intentar descubrir la verdad puede ser peligroso para él, jajaja.

    daniel: algo había pensado yo, pero la joya solo es un conducto ;)

    Querida Dora Ku: Esta historia está inspirada en el mundo que H.P. Lovecraft creó para sus escritos y es ficción. Los retoños serían los descendientes de la criatura marina que menciono en el texto, al que sus adoradores consideran un dios. Todo esto no es cosa mía, sólo he tratado de ser fiel a lo que Lovecraft describía en su universo (los Primigenios (el dios del que hablo) son seres de otros universos que permanecen en letargo en la tierra a la espera de ser despertados)).

    Anya, me pasaré por tu blog a ver que se cuece por allí, gracias por la invitación ;)

    Un saludo!!

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