Razones para leer: Los límites de su consentimiento

Buenos días. Hoy os traigo una reseña adelantada, la novela Los límites de su consentimiento saldrá publicada el próximo 10 de octubre, con la editorial Phoebe. Me siento muy honrada por haber tenido el privilegio de leerla en exclusiva, porque sin duda se ha convertido en una de mis novelas favoritas. Estas son las razones para leerla.

Los límites de su consentimiento

Autora: Yolanda León
Rústica 15 x 23 cm.
Colección: Phoebe

¿Qué serías capaz de hacer para proteger aquello que amas?

¿Hasta dónde llegarías con tal de mantener a salvo a los tuyos?

Junio de 1707. Xàtiva ha pagado cara su lealtad al archiduque Carlos de Austria y arde hasta los cimientos.

Cerca de allí, un escalofrío sacude a la joven Isabel de Corverán mientras contempla la inmensa columna de humo en el horizonte. Desde la muerte de su padre ha tratado de mantener sus tierras y a cuantos viven en ellas a salvo de la cruel guerra que los rodea, pero… ¿qué puede hacer una dama indefensa cuando el más temido de los oficiales borbónicos y sus hombres deciden ocupar su casa? ¿De qué le pueden servir sus modales y su esmerada educación ante un demonio tan despiadado como seductor que no solo exigirá su hospitalidad, sino su entrega total en cuerpo y alma?

Durante siete largos días con sus noches Isabel deberá dejar a un lado su honor, su pudor y sus creencias. Siete noches en las que despertará su cuerpo y sus sentidos a una sensualidad y un placer prohibidos para una dama. Siete noches en las que aprenderá que, para una mujer sola en un mundo de hombres, el sexo puede convertirse en el arma más poderosa con la que derrotar al peor enemigo.

Siete días que pondrán a prueba los límites de su consentimiento y que la transformarán para siempre.

No sé cómo empezar esta reseña, no dejo de dar vueltas acerca de cómo contaros y explicaros de qué va esta historia. Son tantos los detalles y las cosas que me han gustado que podría pasar un buen rato hablando sin llegar a decir nada realmente útil para vosotros. O al contrario, lo contaría todo, pero cualquier cosa que diga podría estropear el impacto que provoca cada capítulo.

Lo que me gusta es que parece escrita para mí. Contiene muchos elementos que me gustan: una buena historia, sexo, y unos personajes adultos, maduros y consecuentes con sus circunstancias. Y que, aunque no es una novela romántica y no hay un amor claro ni evidente, ni un romance en el sentido más clásico, hay otras cosas que nos ayudan a percibir una atracción entre dos personas que se odian, se admiran y se desean. Hay amor, pero no es nada típico. Y hay muchos sentimientos, más de los que se callan que de esos que se declaran. 

Para todo lector, encontrar una novela con todos los ingredientes para disfrutarla está al nivel de una epifanía. No a todos nos gustan las mismas cosas, es posible que esta novela no guste a muchos por su comienzo. A mí me ha encantado, ha supuesto un descubrimiento que he disfrutado (poco tiempo, un día y medio…) y ha hecho mucho más que entretenerme; de hecho se ha metido de lleno en mi estante de novelas favoritas, un lugar al que no es fácil entrar. Ha sido de esas veces que no puedes dejar de leer hasta que lo terminas, y entonces te asalta ese vacío, esa resaca, y te encuentras perdido y desorientado durante un par de días, buscando con desesperación una lectura que esté a la altura de la anterior. Lo veo difícil, de momento.

Hablábamos hace poco del cambio de registro de una mis autoras del género, mismo argumento, diferente ejecución. En Los límites de su consentimiento tenemos una enorme diferencia, no hay romance claro y convencional. La relación entre los personajes no es romántica, no es un amor puro al que los dos se rinden sin remedio; es un amor oculto, que no se dice en voz alta, que se esconde y no se reconoce. Es una novela histórica, con un fuerte componente sensual, bien planteada, muy bien documentada, maravillosamente recreada en todos sus detalles. Como a mí me gusta. Lo repetiré, me encanta. Y me gusta la histórica con detalles, y no precisamente porque los protagonistas vistan como antiguamente ni hablen de vos. Eso hay cuidarlo.

Isabel de Corverán es una mujer joven, inteligente y culta, que tras la muerte de su padre se encarga de que el negocio de la seda continúe en pie. Con la guerra, por su casa han pasado numerosos exiliados en busca de refugio, que ella ha tenido a bien acoger bajo su protección. Por eso no tiene otra opción cuando Armand de Sillegue se presenta allí, con el aspecto de un conquistador. Tras él se extiende un horizonte de rescoldos calientes de lo que un día fue la ciudad vecina de Xátiva, quemada hasta los cimientos por oponer resistencia al rey Felipe V, en plena Guerra de Sucesión. Antes de que el coronel decida tomar su casa a sangre y fuego, Isabel permite que se establezca allí con sus hombres. A cambio de la promesa de mantener a su gente a salvo, durante una semana se someterá a todas las demandas del francés y él pondrá a prueba todos sus límites.

Armand es inteligente y manipulador, con la arrogancia propia de un hombre que posee una gran ambición. Con un punto cruel, pero no del todo inhumano, Isabel oscila entre el deseo y el odio. El atractivo del coronel, sumado a su vanidad y su capacidad para desestabilizarla, harán evolucionar a Isabel, que tendrá que salvar los muebles y la dignidad luchando con todas las armas de las que dispone una mujer: el deseo que Armand siente por ella.

Se trata de una historia de lucha de poder. Ambos empiezan a ser conscientes de la atracción que sienten por el otro, pero ninguno se detiene a ponerle nombre. El trato es una semana en casa de Isabel, ni más ni menos, Armand pondrá a prueba sus límites, cambiará su percepción de las cosas e Isabel recurrirá a toda su fuerza de voluntad para salir victoriosa o derrotada con cada prueba. Es un conflicto de voluntades, lo que empieza siendo un trato, evoluciona en algo que va más allá. Isabel no niega el deseo, Armand tampoco, pero las circunstancias personales y sociales son mucho más importantes que lo que puedan sentir. Y aunque sienten, el odio parece ganar siempre. Armand se hace querer unas veces, pero la mayor parte del tiempo resulta intratable e Isabel se mueve entre la indignación y las ganas de desnudarle.

La novela está divida en días, hasta completar la semana. Con cada nuevo amanecer, Isabel crece y evoluciona, comienza a trazar sus propios planes, acepta lo que le toca y sigue adelante. En lugar de esconderse y llorar, decide desafiar a Armand para buscar su punto débil. Y descubre que no es otro que su propio cuerpo, el sexo, y esas serán las armas con las que le tocará luchar. Armand es un bastardo manipulador, muy en el fondo no deja de ser un caballero, pero no tiene miramientos a la hora de avergonzar o escandalizar a la mujer. Se verá atrapado en su propio juego, cayendo en una trampa a la que él mismo se arroja de cabeza, subestimando a la mujer a la que decide someter.

La historia crece con cada noche que pasan juntos, el deseo se vuelve más intenso, tanto como el odio. Armand sigue siendo, ante todo, un hombre ambicioso y arrogante, y el cambio que se ejerce en Isabel lo atrae cada vez con más fuerza; ella debe recordarse lo que ese hombre le ha hecho, la humillación que ha sufrido, todo lo que ha tomado con su permiso. El sexo se convierte en un arma, su relación es mucho más personal, más íntima, hasta que los dos son conscientes del poder que ejercen. Tanto ella como él acaban metiéndose bajo la piel del otro, haciendo que sea imposible olvidar lo ocurrido.

El atractivo de Armand reside no solo en su imponente físico y su presencia, sino en su retorcida forma de jugar con Isabel. Es un antihéroe, un villano de la historia, con todos esos detalles que lo hacen tan fascinante. No es un hombre que declare su amor y bajo esa fachada de duro soldado que ejecuta órdenes, hay un pasado. Pero, por fortuna para los lectores, no se trata de un personaje de naturaleza cruel, ni está marcado por algún hecho de su infancia que lo haga comportarse como se comporta. Es listo, atractivo y es retorcido. Isabel, por su parte, es una mujer fuerte que desea a Armand con la misma fuerza con la que lo odia, y aunque se sometió una vez, no está dispuesta a hacerlo sin pedir nada a cambio. Aunque es un personaje avanzado para su época, sigue dentro de las límitaciones que impone el hecho de ser mujer. Pero es consciente de su poder, asume lo sucedido, lo supera y lucha por ganar esa batalla.

Hay que leer esta novela. Se trata de una historia de ambición, de sometimiento, de sexo, pero no hay amor. No hay redención, los personajes no cambian de registro de la noche a la mañana, ni cambian su forma de ser, ni se enamoran loca y perdidamente. Es una historia de lucha de poder, de sexo, de superación. Dos personajes que están a la altura, un protagonista que conquista por sus maldades y una mujer que lucha por su gente y por ella misma con valor. Una historia adulta, muy madura, donde la manipulación y la seducción serán las armas que utilizará cada uno. Una novela que tiene el estilo de dos películas de culto. Por un lado tiene semejanzas con Valmont (Las amistades peligrosas) y por otro, el erotismo de Los señores del acero.

Los límites de su consentimiento ha pasado a formar parte de mis novelas favoritas. Es una novela adulta que trata las cosas como son, que no enmascara los sucesos y nos presenta los hechos tal cual son, sin frivolidades, sin recrearse en exageradas y morbosas escenas de sexo. Y, lo que más agradezco, sin tratar de engañarnos, sin tratar de convencer al lector de que las cosas malas son en realidad buenas y ese mantra que ahora parece tan de moda, de que el control lo ejerce por amor. Nada de tonterías. Sin duda otro de sus puntos fuertes es que los personajes no se vuelven blandos, no cambian su forma de ser de forma radical, sino que siguen siendo ellos mismos El desenlace es, sencillamente, fantástico.

Me ha gustado tanto que no sé qué más contaros sin destripar toda la novela. Armand me ha fascinado desde el primer momento, siempre he preferido a los villanos y él me ha cautivado a pesar de sus métodos poco ortodoxos y a pesar de ser un grandísimo bastardo, por no llamarlo más cosas. Isabel aprende, actúa y se hace valer, pero sin convertirse en una mujer desquiciante y exageradamente lista. Cada uno a su manera, un hombre y una mujer, en una época complicada, en posiciones sociales nada fáciles.

En definitiva, tenéis que leerla. Debéis leerla. Yo lo volveré a hacer.

1er capítulo Los límites de su consentimiento

Hasta la próxima reseña :)

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