Razones para leer: Afterburn (#1) y Aftershock (#2)

Darme cuenta de que seguía colada por Jax fue un mal trago. Solo había formado parte de mi vida cinco semanas, hacía dos años. Pero ahora había vuelto. Se había entrometido en un acuerdo de negocios que me había costado mucho conseguir. Y, Dios mío, estaba guapísimo. Sus ojos eran de un marrón tan oscuro que parecían casi negros. Rodeados por densas pestañas, eran de una intensidad impactante. ¿De veras me habían parecido alguna vez dulces y tiernos? Jackson Rutledge no tenía nada de tierno. Era un hombre experimentado y cruel, hecho de una pasta muy dura. En ese momento comprendí cuánto deseaba desvelar el misterio de Jax. Tanto que no me importaba lo que fuera a costarme.

Jax estaba en su elemento en las altas esferas donde se mezclaban el glamour, el sexo y la riqueza. Pero esta vez yo conocía las reglas del juego. En el implacable mundo de los negocios imperaba una máxima por encima de todas: mantén cerca a tus enemigos, y a tus examantes, aún más cerca.



Autor: Sylvia Day
Editorial: Top Novel (Harlequin Iberica)
Género: Romance erótico
Formato: Grande, rústica
Fecha: Mayo 2014



Esta historia corta es uno de los ejemplos de cómo se puede hacer una buena novela sin necesidad de llenar muchas páginas. Aunque está dividida en dos partes, cada una tiene tan solo 120 páginas y se lee en un suspiro. El único punto negativo que le encuentro es que sea tan corta pues Sylvia Day es una de las pocas autoras que más me gustan a la hora de narrar en primera persona. Directa en acciones, intensa y breve, con pocas palabras puede ponerte en perfecta situación, con diálogos muy rápidos y chispeantes. Es una breve muestra de lo que luego nos puede esperar en su magnífica saga Crossfire, reseñada varias veces en este blog y que me tiene enganchada.

En Afterburn, nuestra protagonista es Gianna Rossi, hija de una numerosa familia de origen italiano que tiene un importante restaurante en Nueva York. Su contribución a la familia es un trabajo con la mejor empresaria de hostelería de Manhattan, junto a la cual aprenderá cómo es el mundo de los negocios y con la que desea ver cumplido su sueño, el de conseguir que otros logren los suyos. A punto de conseguir un importante contrato con dos jóvenes promesas de la alta cocina, en su camino se cruza un antiguo amante, el único amante que no ha podido olvidar, Jackson Rutledge, interesado también en conseguir que esos mismos chefs trabajen para su empresa. Sus vidas vuelven a cruzarse en un momento importante para ambos y saltará la tensión.

Gianna es esa chica moderna, atractiva y guapa que no tiene ningún problema en decir lo que piensa. Tozuda, valiente y muy determinada a conseguir lo que desea, su único punto débil es que no ha podido olvidar las maravillosas semanas que pasó junto a Jackson, un hombre del que se enamoró y al que, un día, ya no volvió a ver. Todavía con el rencor de su desaparición, dolida y enamorada, tratará por todos los medios de no mezclar los negocios con lo que siente por Jax, mientras que él parece decidido a conquistarla a cualquier precio. Lo bueno de Gia es que sabe lo que quiere, está muy centrada en su trabajo y esa decisión es lo que hace de ella un personaje creíble y atractivo. Él es hijo de la familia Rutledge, importantes empresarios con aspiraciones políticas, que trabaja como consultor y empresario. Se muestra siempre reservado, jamás revela nada y aunque parece un tipo frío y despiadado, su única motivación en la vida siempre fue Gianna. Desde que la vio la primera vez se enamoró de ella y desde entonces no ha podido olvidar la forma en que se le aceleraba el pulso cada vez que olía su perfume. Tomando este reencuentro como una segunda oportunidad, hará todo lo que esté en su mano para recuperarla... si es que alguna vez la perdió.

La historia, siempre narrada desde el punto de vista de Gianna, será una lucha por evitar que los sentimientos tomen partido en el importante negocio que los dos tienen entre manos. Gia no puede evitar la atracción que siente por Jax y él, a su vez, no tampoco puede. Los dos se desean, continúan deseándose y son incapaces de mantenerse alejados. La trama se va complicando cuando empiezan a aparecer los primeros problemas, extraños movimientos en los negocios y jugadas despiadadas que hacen pensar al lector que Jax es realmente el duro hombre de negocios que Gia cree que es, un hombre cruel que la utilizará solo para sus intereses.

Todo eso se va desentrañando en la segunda parte: Aftershock. La relación que ambos tenían empieza a florecer de nuevo y las respuestas que se planteaban en la primera parte empiezan a ser desveladas.
En esta segunda entrega, quizá menos potente que la primera, se desvelan cosas sobre Jax, razones por las cuales es cómo es y los motivos por los cuales un buen día desapareció de la vida de Gianna. Nada de traumas infantiles, nada de subtramas peligrosas, nada realmente raro o fuera de lugar. Razones muy normales y lógicas en una relación explosiva que corría el riesgo de destruir a uno de los dos. Es precisamente estas razones tan naturales lo que hace de esta historia tan increíble, tan real y tan pasional. Porque el amor que sienten los protagonistas es ese romance tan físico que Sylvia Day acostumbra a narrar. Es una delicia para la vista leer unas páginas tan frescas y tan llenas de erotismo, de sexo sudoroso y salvaje, de palabras duras y relaciones siempre dentro del plano físico. Un romance que, en definitiva, me encanta leer. 

No puedo decir mucho más. Esta historia merece varias lecturas por su frescura y su aire cosmopolita, moderno y a la vez clásico. Siempre con la interesante forma de narrar de Sylvia Day, con unas escenas llenas de tensión y ardientes deseos, Afterburn y Aftershock son dos novelas en una sola, que me hubiese gustado leer en una novela más larga. La recomiendo al 100% a todas mis lectoras.

(5/5)



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